Opinión
24-03-2010
Opinión invitada; Robertez, cantante de Motociclón
Cuando tendría unos 8 años, se suponía que debía gustarme la música correspondiente a mi edad (Enrique y Ana, Parchís y esas cosas…). Y una puta mierda. Eso era lo que me parecía la música. Una-puta-mierda.Luego, lo que se escuchaba en mi casa no ayudaba mucho, entre la copla, la zarzuela, el cante jondo y la orquesta del Pérez Prado (que aunque no me chanaba, reconocía que esa musiquilla era bastante cachonda).
El caso es que no fue hasta que un vecino, que se había comprado un equipo de música, me invitó a escucharlo. Y me puso el “Rock and Ríos” del quetecuén. Cuando escuché “Kamikaze”, me dije “Ostias! Esto mola”. A los pocos días me fui con mi padre a comprarme una cinta virgen “sound-on-sound”, y mi vecino me hizo la primera compilation del rock. Recuerdo perfectamente que el “varios” de marras se abría con el “I love it loud” de los KISS, y que me voló la cabeza, luego AC/DC, Barón Rojo….y de repente, casi ese mismo año (sería 1982) todo el barrio era heavy, y ya empezamos a intercambiarnos las primeras cintas grabadas, que a su vez eran grabadas de otras grabadas anteriormente. No existía la doble pletina, y muchas se grababan casette-contra-cassete. En mi primera cinta grabada del “Screaming for vengeance” de los Judas, aparecía ladrando el perro de unos colegas… La primera cinta original que me compré (yo sólo tuve cintas hasta bien entrados los noventa), fue el “Poderoso como el trueno” de Obús, y ¡anda que no ruló la cinta! También, cuando iba al rastro con mis padres, hacíamos buen acople de discos heavys grabados en cintas “crescendo”, a 50 pelas la cinta. Asina, en poco tiempo (y por muy poco dinero, ya que en kerfo no sobraban las cifras, precisamente), me hice con una pequeña pero valiosa colección de cintas grabadas y algunas –contadas- originales. Las machacaba sin piedad en un pequeño loro (con una pletina y un solo altavoz), que se pilló mi padre en unos decomisos.
También recuerdo perfectamente mi primer concierto. En mi calle paraban unos chavales del barrio de los álamos (donde estaba mi colegio) que eran mayores que nosotros –tenían 14 tacos y como ya habían acabado EGB, algunos curraban, tenían su grupito de rock (uno de ellos, el Patón, se traía su guitarra española y en el parque de detrás de mi kerfo se ponía a tocar temas de UFO, los Scorpions, Leño... Luego más tarde acabó tocando con Caskarrabias, con los que grabó sus dos primeros discos). Otro de ellos era Jose “el mudo”. Le llamaban asina porque no hablaba mucho (ya que sus padres eran sordomudos y claro, en su kerfo toda la familia hablaba por señales). Éste fue miembro fundador de los “Easy Rider”, grupo que no se comió un sazi al principio, pero que luego lo petaron bastante a finales de los 90’s, con la segunda hornada del heavy patrio. Sólo fumaban petardos y bebían litros (de casera-naranja). Me dijeron que si me iba con ellos a ver a un grupo que tocaba en el salón de actos del Instituto Politécnico y mi madre me dio cuartel. El concierto era de unos chavales que empezaban y hacían heavy. Pero la verdad es que no recuerdo si me gustaron o qué. Supongo que eran bastante malos, pero coño, ¡¡estaban tocando!!.
En esa época como mi barrio se amplió (en la zona de Vallekas donde yo vivía, había un inmenso descampado entre mi barrio y el pueblo de Vallekas, y en los 80 empezaron a edificar bloques de 15 plantas y vino toda la gente de la Huerta del Hachero, el Barrio de las Moscas (de las casas bajas y chavolas de la zona de Entrevías-El Pozo) y en las fiestas de Palomeras-VK ya empezaban a organizarse pequeños festis (así empezaron Esturión o Muro, que eran del barrio, o Sangre Azul, que creo que eran de Pinto, y que mas tarde ganarían el Villa de Madrid -al menos los Esturión y los Sangre-. También se hacía el “Vallekas Rock” desde el 81 o asina, y fue creciendo hasta el punto de que trajeron a los Status Quo –Este fue mi primer concierto “grande”, con los Barricada presentando “No sé que hacer contigo” con el que empezaron a sonar en la radio y a hacerse importantes, los Barones (que ya estaban decayendo, presentando el “Tierra de Nadie”). También tocaban Los Ángeles de Infierno. Fue acojonante. Y lo ví por tablas, ya que la fecha inicial (que era con Twister Sister en lugar de los Status Quo), me pillo de vacaciones en… ¡Santa Pola! ¡Vamos no me jodas! Toda la puta vida pasando el verano en el barrio, yendo como mucho a la piscina de Moratalaz y una vecina les da cuartel a mis padres en un apartamento de Santa Pola. Vaya puta mierda de vida, pensaba, vaya mojón de playa. Qué asco de putos veraneantes madrileños que se comen los cagaos aquina y luego vuelven al barrio vacilando de playa. Vacilando ¡¿de qué?! Y yo encima me estoy perdiendo a los Twister Sister y a los Barones. Finalmente, cuando llegué al barrio me enteré del cambio y bueno, Los Status Quo no eran los Twister Sister, pero vamos, como si me hubiesen puesto a Durán-Durán (grupo bastante odiado por entonces), ¡iba a ver a los Barones!
De todas formas, mucho antes del “Vallekas Rock”, al primer grupo conocido que ví fue el de los BellaBestia. Tocaban en un parquecillo en entrevías (de esos pequeños que hay entre apenas dos bloques, con 4 columpios y dos bancos). Atravesamos obras, descampaos, y lo que luego acabó siendo el “parque de las tetas” que lo estaban haciendo. Por aquella época (debería ser el 84-85) era fácil cruzarte con calorros que intentaban darte el palo. A nosotros nunca nos pasó nada (ya que a algunos les conocíamos y los que no, eran primos).
Los BellaBestia eran como los Motley Crue de Vallekas, utilizaban fuegos (bueno, petardos y bengalas cutres) y el batería tocaba encerrado en una jaula (molaba la leyenda urbana que decía que estaba loco, y sólo salía del manicomio para tocar). Ahora que lo miro con la perspectiva de que han pasado 25 años, creo que era muy punk que cuatro paisanos se disfrazasen de putón verbenero, maquillaos y se pusiesen a pegar gritos. Las marujas flipaban. Sí, ya lo habían hecho los New York Dolls mucho antes, pero es que por entonces sólo se escuchaban rumbas.
El concierto de los Bellabestia me encantó. A los pocos meses shirlé la cinta del “Lista para matar” (su segundo LP) en el Corte Inglés. Ése fue también mi primer shirle.
Con respecto a mi primera experiencia en un grupo, ésta fue a primeros de los noventa. Mi amigo el Pelos se compró una batería y nos juntamos en una asociación juvenil del barrio de Sandi (Palomeras), el “wagón”. La idea era que el protozoo cantase y yo tocase la guitarra, pero entre que al proto le daba palo, y que yo era negao tocando cualquier instrumento, como no había otro, pues nada, de cantante (esto me recordaba a cuando éramos chinorris, ante mi ineptitud como futbolista, me colocan de portero, y finalmente acabé siendo un guardameta que no conocía el miedo, pero esa es otra película…). Hicimos nuestro debut en el propio Wagón, improvisando el escenario juntando las mesas, haciendo focos con cartón y bombillas pintadas con laca de colores, en plan festi infantil de colegio para discapacitados mentales. Hicimos “Jumping jack flash”, “Down on the corner” de la Creedence y el “Cómo mola Vallekas” que era una versión del “Sweet home Alabama”, entre otros como el “badum-badero” adaptación extraída del cancionero quinqui popular: “Cuando yo era pequeñito, me daban leche de bote, y ahora que soy mayorcito me la saco del zipote, bada badum, badum, badumbadum, badero”...
El concierto estuvo de la hostia y nos pusimos hasta el culo de calimocho y porros.
Si continúo, sería el comienzo de otra historia….
Autor: Robertez